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Portada del que para muchos es el mejor álbum de la historia del rock argentino.

El sutil mensaje de Charly García contra la homofobia

¡Y fue en 1983!

Son incontables los ejemplos de que Charly García es mucho más que "No me dejan salir (estoy verde)" y "Demoliendo hoteles", aquí dejaré otro ejemplo de que este señor estuvo siempre adelantado a su época.

Por Rubén Ravelo

Publicado: 2015-06-05

Navegar en la extensa discografía de Carlos Alberto García Moreno, o Charly García para los amigos, es como nadar a solas en un mar indómito y a la vez cálido, repleto de atractivos circunloquios y efectos que para muchos eran difíciles de entender completamente en la época. Hoy, que han pasado los años, y gracias a los hechos históricos que van aconteciendo día a día, resulta menos difícil captar los mensajes ocultos que nos dejaba entre sus, muchas veces, magistrales líneas melódicas y líricas. 

Desde hace ya buen tiempo venimos presenciando debates acerca de la igualdad de género, unión civil y esas cosas que a varios les incomoda leer, escuchar o imaginar; pues bien, en una de sus canciones, Charly menciona el tema y critica muy sutilmente la poca apertura de sus compatriotas ante esta libertad (sexual) emocional. La canción se llama "No soy un extraño" y pertenece al álbum Clics Modernos, lanzado a la venta en noviembre de 1983 (o sea, más o menos cuando este humilde redactor tenía diez meses de nacido); en ese entonces no había redes sociales, así que, al menos en Latinoamérica, el debate sobre la igualdad de género tenía lugar a lo mucho en bares, cafeterías o universidades, y era algo que por lo general no se tocaba a menudo por los clásicos prejuicios que hoy, precisamente gracias a las redes sociales, vemos con más claridad que nunca.

"No soy un extraño", ojo, es una canción con tenor político en primera instancia. Charly, quien por primera vez visitaba New York, la escribió con la finalidad de comparar realidades entre la mítica ciudad estadounidense y su querida república, que aún estaba azotada por la dictadura militar iniciada por Videla en 1976 y sucedida en ese entonces por Galtieri. No obstante, se dio maña también para tocar con sutileza los prejuicios argentinos (latinoamericanos) sobre los homosexuales. ¿Cómo así?, vamos a esa parte interesante de la letra:

"(...) Dos tipos en un bar,

se toman las manos.

Prenden un grabador

y bailan un tango,

de verdad.


Y yo los miro

sin querer mirar,

enciendo un faso

para despistar,

me quedo piola

y empiezo a pensar

que no hay que pescar

dos veces con la misma red.


(...) desprejuciados son los que vendrán

Y los que están ya no me importan más".

Lo pongo así: Charly llegó a ese bar y se vio sorprendido por la escena de dos hombres tomados de la mano y bailando un tango con desbordante (libertad) tranquilidad. No quiso llamar la atención con su mirada impactada, así que prendió un "faso" (cigarrillo, presumiblemente de marihuana, en jerga argentina) para "despistar" (lo que hace colegir que todos en el bar hacían lo mismo con naturalidad), se queda "piola" (quieto, según ese contexto, en jerga argentina) y piensa que "no hay que pescar dos veces con la misma red", lo que interpreto como que las realidades de los escenarios citados (New York y Buenos Aires, quizás) no tienen comparación, no se pueden ver con los mismos ojos: por un lado la libertad absoluta, y por otro la opresión tanto política como moral.

(Los últimos dos versos citados creo que no necesitan mayor interpretación).

Ahora, si creen que mi forma de captar la lírica es errónea, forzada, o lo que sea, para empezar les digo que podrían tener toda la razón, después de todo, esto es arte, y además esta interpretación sigue siendo personal y por tanto tiene un margen de error considerable (humano, al fin). Sin embargo, permítanme apoyarme un poco en lo que dice el propio autor sobre "No soy un extraño" en una entrevista para Radio Rivadavia el primero de diciembre de 1983:

"(...) La alegría está en el descubrimiento y no en la repetición. Y está en el cambio. O sea pienso que una cosa que nos hace falta es como tener predisposición al cambio, pero estamos acostumbrados a un cambio muy pequeño, que es el cambio de adaptarse a lo que la realidad nos dicta, y no adaptarnos a lo que realmente sentimos".

Así, pues, muchos años antes de que este tema se hiciera tan de todos los días, y de que los latinoamericanos hiciéramos tan notoria nuestra fobia a lo "diferente" mediante el Internet, este fantástico (genio) músico ya la tenía bastante clara. 

La canción (dicho sea de paso, muy buena, una de mis favoritas, y de seguro algo que nunca escucharon por radios peruanas) aquí: https://www.youtube.com/watch?v=UMqg9bgLJwE


Escrito por

Rubén Ravelo

@rubenchoravelo Sanmarquino. Escribano (lamentable) nacido en Lima.


Publicado en

El rincón del desvarío

Espacio de libertad creativa, opinión y harto hueveo.